La Sala Tarambana de Carabanchel acoge dentro de su programación infantil este espectáculo interactivo, en el que el verdadero protagonista es el público. Guillermo Názara nos cuenta su visión sobre este nuevo montaje de la Compañía Sinfín, con el que no quedará claro quién de entre los espectáculos es realmente el niño y el adulto.
¿Quién dijo que los espectáculos infantiles son cosa de críos? La Compañía Sinfín desde luego tiene una opinión muy diferente al respecto. Y es que las aventuras de Serafín y Mandarina, dos alocados payasos que viajan por un bosque mágico acompañados de su fiel baúl Barrigón, no son un simple pasatiempo para los niños; sino una prueba de que el pequeño formato puede ofrecer espectáculos que de verdad son para toda la familia.
Divertido, imaginativo, pero sobre todo, desternillante. Resulta fácil cuestionarse si realmente somos adultos mientras presenciamos la función, con padres que están más entregados a la causa que los más pequeños. No es una exageración, hasta un servidor se incluye dentro de ese grupo…
Un show completamente interactivo, en el que cada número al espectador no solo se le hace partícipe, sino protagonista del momento; y en el que se les inculca a los niños el valor de la amistad, el respeto a la naturaleza y, principalmente, la importancia de usar su imaginación en cada momento. Del todo recomendable para los que busquen un espectáculo infantil de calidad; y para los que anden tanteando la fórmula para que la risa los acompañe…
Por Guillermo Názara (@MrNazara)