El certamen Desembarco de la Danza acoge este nuevo espectáculo que rompe con los clichés habituales del baile. El montaje, que apuesta por la diversidad de estilos e intérpretes, recrea un universo oscuro donde nada lleva a ninguna parte. La producción cuenta con la participación de grandes profesionales de la danza y las artes escénicas.
Descubrirse en el espejo de los demás. Convertir la soledad en un lugar confortable. Conocer la verdad absoluta, aunque solo sea por un instante. Para Alberto Velasco solo hay una forma de lograr esas metas: estando en la inopia. Llega a Madrid el espectáculo que rompe con las ideas tradicionales de la danza. Su subtítulo lo deja muy claro: “coreografías para un bailarín de 120 kilos”.
“Quiero crear una pieza dinámica, emotiva, sugerente, con espacio para la diversidad de estilos y la unión de la danza como lenguaje común”, afirma Velasco. “Quiero que lo específico de mi cuerpo como vehículo expresivo sea una ventana abierta de posibilidades para el público que acostumbra a ver otros cuerpos en espectáculos de danza al uso”.
Sol Picó, Chevi Muraday, Daniel Abreu, Carlota Ferrer, Vero Cendoya y Carmelo Segura firman las coreografías de este montaje, cuyos números se unen gracias a los textos de la poeta y actriz Sonia Barba. Por otro lado, Alessio Meloni convierte el show en una especie de road movie junto a la iluminación de David Picazo, creando un universo de oscuridad infinita habitado por un coche, un letrero de neón y un paso de cebra que no lleva a ninguna parte.
“Siempre he bailado, en las fiestas de mi pueblo, desde muy pequeño, me quedaba petrificado viendo las orquestas que venían a tocar a la plaza, boquiabierto y absorto durante un rato corto ya que algún amigo se encargaba de despertarme de la ensoñación con alguna colleja, o un chasquido de dedos enfrente de mis ojos. Yo me enfadaba y continuaba bailando, aunque de vez en cuando volvía a hipnotizarme”, comenta Velasco sobre la obra. “Esa sensación de ausentarte del mundo, de estar profundamente conectado con algo, con lo que sea, contigo mismo o con los demás, esa sensación de aislarte del tiempo, del aquí y del ahora y poner en práctica que el tiempo es relativo, esa sensación es adictiva y profundamente emocionante”.
La Inopia se representará del 15 al 17 de mayo, durante el certamen Desembarco de la Danza, que organiza el Pavón Teatro Kamikaze. Las entradas estarán disponibles próximamente en taquilla y en la web del teatro.
Por Guillermo Názara (@MrNazara)