Con tan solo 26 años, Mireia Mambo ha logrado convertirse en una de las nuevas estrellas del teatro musical español gracias su galardonada interpretación en el mundialmente conocido Sister Act. Sin embargo, la trayectoria de la actriz va mucho más allá de esta popular comedia, al haber formado parte de otras grandes producciones tanto en la Gran Vía como en el West End londinense. En esta nueva entrevista para Primera Fila, Guillermo Názara Reverter recorre junto a la artista los principales hitos de su carrera, además de conversar sobre su esperado concierto el próximo domingo en la terraza del Teatro Galileo.
¿Cómo surgió tu vocación por la música y la interpretación?
La verdad es que yo siempre he sido una niña muy cantarina; muy brincona y muy “de no poder parar”. Casi por casualidad, pasé de una escuela de música municipal –en la que estuve aprendiendo los conceptos básicos- a unirme a una compañía amateur. En ella, de hecho, conocí a Ruth Calvo Iniesta y juntas hicimos en Alcorcón pequeñas producciones de musicales de Broadway. Más tarde, una chica de esta compañía me habló de las audiciones para High School Musical. Cuando estaba trabajando en esta obra, Elena Gómez –una miembro del elenco- me dijo que si quería dedicarme a esta profesión, Londres era el lugar. Así que tras terminar mi etapa con HSM, no me lo pensé dos veces y me fui a vivir a Inglaterra; en la que estuve estudiando 3 años en el Performer’s College.
¿Ha sido siempre el teatro musical tu meta profesional o hay otros campos del espectáculo que te interesen?
Las metas profesionales van cambiando; y la única razón por la que lo hacen es por los logros que voy consiguiendo. Intento proponerme objetivos realistas. Es cierto que mi último escalón sería ser un artista mediática, como Rihanna o Beyoncé; pero está lejos. Todo es factible; solo depende de cómo lo enfocas.
¿Qué destacarías de la formación que hay en el mundo anglosajón en cuanto al teatro musical en comparación con la que tenemos en España?
Tiene mucho que ver con la razón por la que decidí irme a estudiar a Londres. No quería dejar que mis aptitudes quedaran mediocres. No pienso que seamos mediocres en España; creo que la gente tiene mucho talento, pero considero que no enfocan su entrenamiento hacia la mejora de tus facultades y de todo aquello que te complementa (intepretación, danza, etc.). Estamos hablando de teatro musical; se trata de algo que requiere todas estas habilidades, además de stage combat, buena dicción y capacidad para hacer varios acentos. Todos esos detalles hay que cuidarlos y creo que no se hace lo suficiente; aunque también veo que ocurre en Londres y en Broadway. Se debería apostar más por la calidad y la profesionalidad, que es lo que realmente queremos, y todo eso lo aporta la formación.
Mientras cursabas tus estudios en Londres, estuviste en varios espectáculos, como la pantomima de Peter Pan, en la que compartías escena con el mundialmente conocido David Hasselhoff. ¿Cómo te llegó esa oportunidad?
Fue una experiencia profesional dentro del curso. Las pantomimas solo se representan en Navidad, que es periodo de vacaciones; tú puedes elegir si descansar o aprovechar una oportunidad como esta. Además, aunque no se tratara de una producción del West End, es un formato muy popular y llevado a lo grande en Londres; así que merece la pena.
Aparte de haber trabajado con un actor de la talla de Hasselhoff, ¿con qué te quedarías de esa experiencia?
Lo más destacable es la gente tan distinta que te encuentras en el escenario, como bailarines que son capaces de hacer cualquier cosa que se le pida o comediantes de alto standing; en nuestro caso, teníamos a Anthony Pierce en nuestro elenco. Además, también fue interesante el poder trabajar con niños, que es muy diferente que cuando lo haces con adultos. La verdad es que esta pantomima me enseñó más a nivel de dirección que de actuación.
También has formado parte del elenco original de Charlie y la fábrica de chocolate, uno de los últimos “megahits” del West End londinense. Han sido muchas las adaptaciones que se han hecho de este clásico, ¿por qué crees que esta versión en particular ha cosechado semejante éxito?
No se trata de una mera adaptación, sino de un proyecto que Sam Mendes desarrolló a nivel mundial. Se trataba de una idea que en la que había estado trabajando desde hacía años, en los que planeó meticulosamente cada parte. Yo creo que la clave de su éxito fue, además de un casting exhaustivo, la heterogeneidad del elenco. Además, en nuestro caso éramos el reparto original, lo que nos permitía una cierta libertad a la hora de crear a los personajes.
Poco después de trabajar en Charlie, regresas a España para unirte al reparto de El Rey León. Muchos de los actores que han pasado por esta obra me han comentado que es uno de los shows más exigentes en los que han estado. Para ti, ¿cuál sería el mayor desafío que te ha supuesto?
Desde luego, el idioma. Aunque mi nombre, Mambo, signifique “hola” en suajili, resultaba muy complicado cantar en esa lengua; no se trata solo de pronunciar las palabras, sino de darle un sentido para meterse dentro de la historia.
No obstante, tu mayor logro profesional aún estaba por llegar, ya que meses más tarde te eligieron protagonista del musical Sister Act, obra que triunfa allí donde se estrena. ¿En qué crees que radica su popularidad?
En la energía y en su mensaje. Sabemos que el mundo hoy en día está patas arriba y no parece que vaya a cambiar. Cuando entras en el teatro y ves un musical como este, en el que mundos que chocan tanto terminan fusionándose de una forma tan bella, no puedes evitar sonreír. La verdad es que el público sale de esta obra con una chispa que es difícil de apagar.
Esta versión está basada en la producción original del West End y Broadway, ¿te has inspirado en alguna de tus predecesoras a la hora de dar vida a Deloris?
Lo cierto es que incluso las versiones de Broadway y West End son distintas; en esta producción, ocurre lo mismo. La dirección es distinta en cada ciudad, para que de esa forma el show cuente con la naturalidad del lugar donde se representa. Mi Deloris es muy “choni” y bastante a la española, de modo que pueda llegar a nuestro público. Aunque mi personaje tiene algunas pinceladas de Whoopi, yo en lo que me he basado es de mi experiencia en Fuenlabrada, donde siempre he vivido en Madrid.
Si tuvieras que destacar una sola cosa de este personaje, ¿cuál sería?
Su amor por la música, sin lugar a dudas.
Actualmente también eres vocalista del grupo Miss Mambo & The Mighty Mights. Háblanos un poco sobre vosotros. ¿Cómo surgió este proyecto?
Ellos ya contaban con la base; de hecho, The Mighty Mights era algo que iba a pasar sí o sí. Su estilo de música –muy próxima al Motown- tiene la misma organización que los grupos de soul de finales de los 60: el artista y la banda. Poco antes de Navidad me contactaron y poco después nos reunimos para hablar de la idea. Tras nuestro primer ensayo, nos dimos cuenta de que el feeling que teníamos era increíble y no podíamos dejar escapar una oportunidad así. Nuestro proyecto va más allá de lo que hemos hecho, que ha sido interpretar un repertorio que no hemos compuesto; para cuando yo acabe la gira de Sister Act, nos gustaría presentar temas originales.
Este domingo darás un concierto en la terraza del Teatro Galileo. ¿Qué nos puedes adelantar sobre el evento?
Este concierto es mucho más personal. No tiene nada que ver con Mighty Mights, aunque habrá un par de temas de los que interpreto con ellos. Sin embargo, el evento se centra en aquellas cosas sobre las que yo siempre he sido firme y con las que he crecido. Contará con todo aquello con lo que me he encontrado a lo largo de mi experiencia y formación. Será una puerta abierta a quien soy yo.
Aparte de todo lo que estás haciendo, ¿tienes algún otro proyecto entre manos del que nos puedas hablar?
Hay varias ideas sobre la mesa; quizás hacer algo igual de personal que este concierto pero siendo más yo misma. De momento, son solo habladurías y tengo que ver si encuentro el tiempo suficiente para hacerlo todo; aunque probablemente, lo haré.