Crítica de “La Necesidad del Náufrago”

El Umbral de la Primavera acoge hasta finales de noviembre esta divertida comedia en la que cualquier situación,  cualquier emoción y cualquier temática -por muy irreverente que sea- son válidas. Guillermo Názara nos cuenta su visión sobre esta nueva producción, que desde octubre arrasa en el pequeño formato madrileño.

La cotidianeidad llevaba al absurdo. De esta premisa parten las 16 historias que cada viernes La necesidad del náufrago desvela a sus espectadores en El Umbral de la Primavera. Situaciones habituales aunque de algún modo extremas, relatadas por medio de cómicos diálogos y una gran rapidez narrativa.

Fiestas que se tornan en peleas, el miedo a una posible nueva guerra civil… hasta las inseguridades que surgen al hacer nudismo en la playa. No hay tema que no se toque –eso sí, sin renunciar nunca al humor- en esta divertida obra que, desde su primera escena, logra conquistar al público.

Con un reparto formado por tan solamente cuatro personas, la producción nos introduce a casi medio centenar de personajes; que aunque dispares, todos logran trazar un vínculo con el espectador. Ternura, empatía o mera atracción. Cualquier emoción es posible, salvo la indiferencia.

La necesidad del náufrago prorroga su temporada hasta finales de este mes. Puedes amar el teatro, ser un apasionado de la comedia o simplemente querer pasar un buen rato; pero en cualquier caso no descartes disfrutar de una de las mejores piezas de pequeño formato que actualmente te ofrece la cartelera madrileña. El Umbral de la Primavera nos acerca una vez más una representación fresca y dinámica, con suficientes motivos para alargar su estancia otro mes más.

Por Guillermo Názara (@MrNazara)