Tras su paso por el género off con El Despertar de la Primavera, con el que ha ganado el PTM 2017 a Mejor Director, Marc Vilavella aterriza en Madrid con Olviden Broadway, un concierto que pretende pervertir los grandes temas de Broadway. Guillermo Názara conversa con el artista sobre este nuevo montaje que pretende dar un paso adelante el musical español, y que se representará el próximo 10 de julio en el Teatro Rialto de Madrid.
¿Qué es Olviden Broadway?
Un falso anti homenaje al teatro musical. Jugamos a este género, pero sin querer imitarlo, que es lo que se suele hacer cuando se organizan este tipo de espectáculos. Siempre se interpretan las canciones tal y como suenan en los discos y en los referentes de teatro. Estamos demasiado acostumbrados a ver eso en España. Normalmente, vemos versiones en las que el montaje es el mismo que el original. Esto no significa que reniegue de los referentes; tienen que existir y se deben ver y conocer. Pero esta vez he querido aportar mi granito de arena de esta forma: descontextualizándolos y re contextualizándolos. Además, muchas veces conocemos canciones de musicales de manera suelta, sin saber de qué referente vienen. Un mismo número se puede colocar en diferentes sitios, porque lo que para mí puede que no diga nada en una determinada situación, para otro puede significar muchísimo. A eso jugamos durante la obra, permitiéndonos licencias muy gamberras y con mucho humor, pero sin llegar al punto de la parodia; no nos reímos de los musicales, si no de nosotros mismos.
¿Algún ejemplo de cómo habéis hecho ese juego?
Hemos tuneado las letras de algunos números para adaptarlas a las situaciones. Incluso en un momento concreto, los versos plantean un boicot al propio actor que las canta.
Más allá de un mero concierto, ¿hay una historia detrás?
Contamos con varios bloques durante el show, como si fuera una especie de caleidoscopio. La primera parte tiene que ver con el mundo de Shakespeare en los musicales, tanto canciones inspiradas por su obra como shows que no están basados en sus textos pero que podrían estarlo. Quizás hasta puede que aparezca el propio Shakespeare… Uno de los ejemplos más claros es el juego de Romeo y Julieta, en el que se inspira West Side Story. En otro de los bloques, que hemos titulado Lo nuestro, hacemos un hueco a nuestros referentes autóctonos, en los que nos podemos fijar para encontrar las claves de nuestro propio estilo. La fuente no es solo anglosajona, el teatro musical de aquí también está influido por la zarzuela, el cuplé, la copla y la revista; material que de por sí ya tiene mucha teatralidad y que seguramente ha puesto su semillita en nuestra forma de concebir el teatro musical. Por supuesto, no hemos olvidado los grandes éxitos de siempre, aunque nos “divertimos” con ellos, tanto musical como escenográficamente. Por ejemplo, hemos cogido la canción Memory de Cats y la hemos “hecho diferente”, ya esa hora de oír estos temas de una forma distinta. En la última parte hablamos de la profesión, de ese momento en el que dices “quiero ser artista”, un tema que se comenta en muchos musicales. Además, también hemos juntado las experiencias personales de los actores a la hora de escribir el texto.
¿Cómo surge la idea de hacer Olviden Broadway?
La idea fue originalmente mía, así que recurrí a Rafael Romero, uno de los productores, para ponerla en marcha. Fue así como conocí al resto del equipo creativo: Sara Pérez y Felipe Forastiere. Pronto nos pusimos a trabajar en el proyecto, que es algo muy difícil de definir, porque ni es un concierto ni es realmente una obra.
Seis actores, tres músicos y diez coristas. ¿Cómo es dirigir un show de esta envergadura?
Una verdadera locura. Quizás la clave no haya sido imaginárselo como un espectáculo, sino como un evento. Al principio, uno prevé que todo será más fácil de lo que realmente será. Poco a poco, te empiezas a animar y a incluir más cosas, ves que todo el mundo congenia con la idea y aporta; pero también lo complican. Todo necesita su tiempo y su elaboración, y más teniendo en cuenta que estamos intentando huir de los referentes de Broadway. Pero de todas formas, está siendo un proceso apasionante.
En la obra contaréis con la presencia de algún invitado sorpresa. ¿Se puede dar alguna pista?
Uno de ellos será un actor muy conocido que nunca ha cantado, pero que por primera vez cantará sobre un escenario. También hay otro invitado que se hace poco se ha hecho famoso en un programa de talentos. Además, participará una pareja de actores con una larga y reconocida carrera en el teatro.
¿Cómo se ha seleccionado el repertorio?
Hemos intentado hacerlo muy variado. Tenemos Bernstein, Andrew Lloyd Webber, Sondheim, Larson…
¿Hay posibilidad de que Olviden Broadway se represente más de una vez?
Ojalá. Cuando empecé a imaginar este evento, siempre he tenido la sensación de que es el embrión de algo. Este concierto es casi como un experimento, en el mejor de los sentidos. La idea es hacer una fiesta, un encuentro que quizás podría programarse en temporada o hacerse, por ejemplo, anualmente.
¿Por qué hay que ver Olviden Broadway?
Porque hay toda la intención de que sea algo diferente y que aporte algo nuevo al género del teatro musical. Pretendemos dar un paso más, y hay que venir a verlo para comprobarlo. El feedback que nos dará el público será muy importante para seguir desarrollando esta idea. Además, creo que va a ser algo muy interesante y que puede sorprender.
Por Guillermo Názara (@MrNazara)